Según las profecías Bíblicas, el fin de la humanidad comenzará cuando está haya alcanzado su máximo grado de maldad. Podemos ver y medir hasta donde hemos llegado en nuestro propio mal, no somos capaces de tratar a otros seres con igualdad, amabilidad, sino que siempre debemos demostrar nuestro odio, nuestra superioridad, está
soberbia será nuestra perdición. No sabemos perdonar, ¿Cómo seremos capaces de pedir perdón? Si en nuestra vida nunca hemos perdonado una gran afrenta, solo aquellas cosas insignificantes, entonces decimos “sé perdonar”, es fácil perdonar a un amigo a un familiar, pero es dificil el extender nuestro perdón al que consideramos nuestro enemigo, al que lo vemos como indigno, esa soberbia nos ha llevado a endiosar nuestro ego. El mayor acto de amor después del sacrificio propio, es el perdón, más cuando consideramos que esa persona nos ha hecho un daño irreparable, que equivocación tan grande, mientras estemos vivos no es difícil dar el perdón, tomándolo como un don divino, solo de está manera hemos de encontrar la paz en la eternidad, la cual ponemos en precario por unos cuantos minutos en la tierra. Ah humanos, dejan lo divino por lo banal. Nada de lo que ocurra aquí, vale tanto para que perdamos nuestra salvación, y es lastimoso, la salvación es un acto que cada persona debe alcanzar por si misma,, por sus meritos, por su corazón, por todo el amor que derramo entre sus amigos y enemigos, nadie será salvo solo porque otro quiera. Al final nuestra maldad se volverá contra nosotros, no lo olvides y trata de hacer el bien no importa donde te encuentres o en que situación te encuentres, piensa en la vida después de está vida, no seas corto de vista, alza tu mirada al más allá, que todavía hay camino por recorrer.
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soberbia será nuestra perdición. No sabemos perdonar, ¿Cómo seremos capaces de pedir perdón? Si en nuestra vida nunca hemos perdonado una gran afrenta, solo aquellas cosas insignificantes, entonces decimos “sé perdonar”, es fácil perdonar a un amigo a un familiar, pero es dificil el extender nuestro perdón al que consideramos nuestro enemigo, al que lo vemos como indigno, esa soberbia nos ha llevado a endiosar nuestro ego. El mayor acto de amor después del sacrificio propio, es el perdón, más cuando consideramos que esa persona nos ha hecho un daño irreparable, que equivocación tan grande, mientras estemos vivos no es difícil dar el perdón, tomándolo como un don divino, solo de está manera hemos de encontrar la paz en la eternidad, la cual ponemos en precario por unos cuantos minutos en la tierra. Ah humanos, dejan lo divino por lo banal. Nada de lo que ocurra aquí, vale tanto para que perdamos nuestra salvación, y es lastimoso, la salvación es un acto que cada persona debe alcanzar por si misma,, por sus meritos, por su corazón, por todo el amor que derramo entre sus amigos y enemigos, nadie será salvo solo porque otro quiera. Al final nuestra maldad se volverá contra nosotros, no lo olvides y trata de hacer el bien no importa donde te encuentres o en que situación te encuentres, piensa en la vida después de está vida, no seas corto de vista, alza tu mirada al más allá, que todavía hay camino por recorrer.
1 comentarios:
me gusta mucho este es muy bueno, yo siempre te creo mucho a mi papa DIOS, JESUS, VIRGEN MARIA, gracias por todo
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