Carta a mi hijo

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¡Hola mi pequeño! ¿Sólo quería saber cómo estabas?

Quiero decirte que te amo, que eres la persona más importante en mi vida, pero aunque sienta esto, tú no lo sabrás, ya han pasado casi 3 años desde tú nacimiento, desde que la familia de tú madre decidió separarnos, en este duro tiempo solo una vez
hemos jugado, solo una vez te he abrazado, he sentido ese amor tan especial, el calor de padre e hijo,aun así, siempre estas en mis pensamientos y en mi corazón.


Cuando te recuerdo siento un profundo dolor, sé que me he perdido los momentos más bellos que la paternidad me pudo ofrecer, esos momentos que se pueden compartir con un hijo, el verle crecer, ese primer diente, esas noches de desvelo, el oírte llorar y reír, el verte andar a gatas y caminar, tú primer corte de pelo, tantas cosas y momentos en los cuales nunca he estado, es por eso que te veo desde las sombras, a tras de mi mascara, conteniendo deseos, llorando sueños rotos, siempre será así hijo mío, el mundo jamás fue nuestro parque de diversiones, hoy solo deseo que seas muy feliz, que el amor te rodee y tus sueños se cumplan, aunque no los tengas a tus 3 años.

Te deseo con todo este amor que siento, un Feliz cumpleaños y te lo envió con anticipación pues aun no es el día, pero no aguantaba las ganas de hacerlo, así como comprendo que no has de leerme, te amo con toda el alma, tu eres el sol cálido que me da la vida, el frío de mis noches tristes y de profunda agonía.

Es por eso que te llevo oculto en mis sentimientos, con el dolor delante de toda la gente río, y en la soledad de mi cárcel muero, soy luz y oscuridad, un espectro que no desea ser más.

Llegaremos a estar juntos amado hijo, cuando trascienda de esta vida, para nunca separarnos, tu eres parte de mi alma, regresarás a mi después que me haya ido.

Quise incluir está carta que solo está publicada en internet, quiero que sepan que los errores se pagan caro, aunque la sonrisa de mi hijo hace que no me arrepienta, y aunque su madre no quiso que enmendará mi gravísimo pecado, lo declaro públicamente como lo manda la Biblia, y después de lo que he hecho me doy cuenta que me espera una segunda muerte, que no soy digno de entrar a la casa del padre, pero aun así, yo les deseo su salvación, sean salvos mediante el arrepentimiento, ámense los unos a los otros, y pidan perdón por sus malas acciones, si , ten la seguridad que Dios padre te ha de perdonar, él es un Dios de amor y de justicia, es por eso que jamás he compartido este criterio con los evangelistas porque lo toman como un Dios vengativo, lleno de ira, y él no es así. 

Mi pecado está en no poder arrepentirme de mis hijos, una niña muy linda llamada Laura y un guapo varoncito llamado Luis, no puedo arrepentirme de estos frutos, que son mi alegría y sé que por ello he de pagar, más estoy preparado para enfrentar el Juicio divino y su santa voluntad. Este es un obsequio que quiero darles para que lo puedan andar en su computadora portatil, de escritorio o en un teléfono inteligente, se trata de la Biblia Reina Valera del año 1909. Lean y comparen sus cambios.

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Posted in: amor,Carta a mi hijo,Divina,Justicia,progimo,salvación,se libre